El conocido como incidente de Roswell hace referencia a uno de los casos ovni que mayor
notoriedad e interés ha despertado en todo el mundo.
La intervención de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, el secretismo y la
posterior divulgación, casi 50 años después, de una supuesta filmación de los restos del ovni y de
sus ocupantes confieren al
incidente de Roswell
un interés inusitado y un alcance divulgativo superior a cualquier otro incidente sobre seres
extraterrestres.
El incidente Roswell se produce en 1947, en plena efervescencia de la oleada
ovni que invadió el planeta tras la Segunda Guerra Mundial, en una época en la que existía incluso
la duda sobre si otra potencia mundial poseía tecnología suficiente para crear estos
artefactos.
Roswell se encuentra en Nuevo México, en los Estados Unidos. En Julio de 1947,
durante la noche del día 4, se desarrolló una importante tormenta eléctrica, fenómeno habitual en
la zona. Lo que llamó la atención del ranchero William Mac Brazel fue un fuerte estruendo metálico
que se escuchó en medio de la tormenta., al día siguiente fue a investigar por la zona y encontró
muchos restos metálicos esparcidos por la zona a lo largo de prácticamente un kilómetro. Recogió
varias muestras y compartió el descubrimiento con varios vecinos que pudieron comprobar in situ la
veracidad de su relato. Dio parte al sheriff Wilcox que se hizo cargo de la investigación. El
sheriff comprobó que en la zona del suceso se podían observar sobre todo tres tipos de objetos,
unos trozos de algo parecido a un plástico negro, unas finas hojas de metal y algo parecido a
pequeñas vigas, estas eran las más llamativas porque tenían inscripciones de símbolos púrpura en
una de sus caras. Las piezas de metal eran de una ductilidad increíble, se podían deformar pero
retomaban su forma original. Tampoco les afectaban los golpes ni el fuego.
Ambos dieron parte al ejército, las fuerzas armadas se hicieron cargo de todos
los objetos que pudieron encontrar y llevaron todo el material y los restos a Fort Worth. El día 8
de Julio el ejército facilitó una nota de prensa confirmando que habían encontrado restos de un
objeto volante de origen extraterrestre. Curiosamente unas horas más tarde se desdijeron de sus
palabras, confirmaron que se había tratado de un error y lo que habían encontrado eran los restos
de un globo sonda meteorológico. A partir de ahí comienza el secretismo, muchos testigos fueron
amenazados para que no contaran nada de lo acontecido, fundamentando tales amenazas en el sentido
del deber patriótico. Más adelante el ejército incluso intentó cambiar las fechas en las que se
produjeron los hechos, habida cuenta de que un globo sonda había tenido problemas en Junio de ese
mismo año pretendieron hacer coincidir las fechas para justificar su comunicado. De hecho era
bastante frecuente que globos sonda de este tipo cayeran en el desierto, incluso ofrecían
recompensas para los que los devolvieran.
A raíz de todo muchos investigadores entrevistaron a los testigos, no sólo
habían visto los pedazos como los que recogió Mac Brazel, en otra zona más alejada habían visto lo
que parecía ser el cuerpo de un avión sin alas estrellado contra el suelo y los cuerpo de varios
seres extraterrestres.
Algún testigo incluso afirmó haber que uno de estos seres seguía vivo. Los testigos afirmaron que
se trataba de seres pequeños, con una gran cabeza, sin orejas y unos antebrazos muy largos.
La secuencia real de los hechos no la conocemos, es posible que el ejército ya
hubiera retirado la nave cuando Mac Brazel vió los objetos. Algunas fuentes hablan de más de una
nave, y de que una cayó a más de 200 kilometros de la zona donde vivía Mac Brazel.
El dueño de una funeraria de Roswell afirmó que personal militar le llamó para
consultarle si disponía de féretros de un tamaño menor al habitual y sobre las técnicas
embalsamatorias o de conservación que utilizaba para los cuerpos quemados y con traumas.
Lo que le da una gran trascendencia al incidente Roswell había de acontecer casi
50 años más tarde. En el año 1995 se rumoreó que un excámara de las fuerzas armadas había vendido
unas imágenes a un productor británico. Dichas imágenes contendrían al menos, las autopsias de dos
seres extraterrestres. El revuelo que se creó en la comunidad científica y periodística fue enorme.
Finalmente la película pudo verse por televisión para el gran público, en ella se apreciaban
imágenes de los fragmentos del
ovni
y autopsias de dos supuestos extraterrestres en lo que parecía ser un hospital. También estaba
filmado algo parecido a un examen previo en una tienda de campaña a otro de estos seres. La
película sobre el
incidente de Roswell
se convirtió en un gran negocio para el productor británico Ray Santilli.
Los investigadores analizaron la filmación afrontando el estudio desde distintos
puntos de vista, acudiendo a forenses para comprobar si el procedimiento que seguían los médicos
del film era correcto, verificando que el material que aparece en la cinta es coetáneo a 1947,
estudios sobre la película Kodak en la que estaba grabada, etc. Los médicos forenses entrevistados
manifestaron sin duda que ningún médico realizaría una autopsia como los de la cinta, por supuesto
hay gran diferencia hoy día con respecto a los análisis de las muestras dada la tecnología actual,
pero el procedimiento que se sigue al realizar una autopsía lleva muchos años invariable. Se
apreciaban bastantes anomalías desde esta perspectiva que incitaban a pensar en la no veracidad de
la misma. En cuanto a la antigüedad de la película en sí, análisis detallados si mostraron que si
podía ser de 1947, pero eso no revelaría cuando fue rodada.
Finalmente en 2006 Santilli admitió que la filmación original existía, que la
habían comprado al excámara y efectivamente, se veían autopsias a
seres alienígenas,
pero que por razones técnicas no habían podido procesarla. Decidieron realizar la película
basándose en la antigua, pero los extraterrestres eran en realidad muñecos obra de un escultor de
Londres.
Tras las desclasificación de muchos documentos secretos del FBI, en 2011 se
publicó un documento original de la época en el cual se manifestaba que en Nuevo México fueron
encontrados tres
platillos volantes,
de unos 15 metros de diámetro y cada uno de los cuales llevaba tres tripulantes. Se apunta como
hipótesis del accidente la existencia de unos radares de alta frecuencia en la zona que pudieron
interferir con los sistemas de navegación.
Desde que se produjo el suceso se han realizados muchas conjeturas acerca del
material encontrado por los militares estadounidenses y el aprovechamiento que habrían hecho o
intentado hacer de la tecnología extraterrestre.
Por otra parte, los militares conservarían en cámaras los cuerpos de estos
seres, el investigador Leonard Stringfield realizó una serie de entrevistas al personal de la base
militar de Wright Patterson de las que sacó una serie de conclusiones sobre los cuerpos que habían
observado los testigos. Las
criaturas extraterrestres
tendrían una altura entre 1, 35 y 1, 50 metros, una cabeza mayor a la nuestra con ojos tipo
oriental y sin orejas. La nariz y la boca estarían representadas por orificios y una ranura. Sin
apenas pelo en la cabeza, acaso un vestigio en la coronilla. Brazos muy largos, hasta las rodillas.
El color de la piel sería entre gris, gris rosada, beige según afirmaciones de los distintos
testigos.
En todo caso existe y existirá un gran secretismo gubernamental respecto a estos
temas, y no hablamos sólo de los Estados Unidos.