Con el término abducción nos referimos a lo que podemos denominar, en una primera
aproximación, secuestro por extraterrestres En ocasiones los testigos del fenómeno ovni van más
allá del mero avistamiento, ya sea porque los tripulantes de las naves descienden y son vistos
realizando actividades como toma de muestras o contacto con animales y plantas, ya sea porque ellos
mismos tienen un contacto directo, no sólo visual, con los presuntos extraterrestres. La mayoría de
estos contactos se quedan en eso, el testigo suele esconderse y a cierta distancia observa la
conducta de estos seres. Es de suponer que cualquiera estaría bastante asustado ante esta
situación, seres extraños de los que no sabemos que esperar, ni las intenciones que acarrean.
Incluso si el testigo armado de valor o inconsciencia intenta acercarse son impedidos a hacerlo por
mecanismos físicos desconocidos para nosotros (algún tipo de onda o sonido inocuo pero
efectivo).
En muchas menos ocasiones los testigos manifiestan haber sido objeto de una
abducción,
han sido transportados, normalmente contra su voluntad, a las
naves espaciales extraterrestres.
Este tipo de revelaciones suelen encontrar mucho escepticismo y crítica entre el público en
general, y eso a pesar de que son personas normales, con profesiones normales, y que no suelen
estar imbuidas en la temática ovni. La mayoría de los casos de abducción tienen unas pautas
similares, los testigos suelen recordar el principio y el fin del proceso, pero hay un lapso
temporal sobre el que sufren auténtica amnesia. Es como si hubieran sido, de alguna manera,
programados para olvidarlo, como si lo que les hubiera pasado pudiera traumatizarlos en caso de
recordarlo, de tal forma que por su bien sus captores evitaran esos recuerdos. Obviamente, también
pudiera mediar un interés propio de los
extraterrestres
en que esto no se recordara. En algunos casos sólo al cabo de muchos años el testigo lo recuerda
todo, como si hubiera sido programado para que sus recuerdos sobre el hecho saltaran en cierto
momento. Lo que no deja de ser curioso es que la inmensa mayoría de los abducidos (existen estudios
en este sentido), tras el proceso hipnótico reconozcan como beneficiosa y agradable la experiencia
que tuvieron.
¿Cómo se puede saber entonces que ha pasado en ese tiempo que aparece borrado de
la memoria del afectado? Se suele usar la hipnosis, la hipnosis regresiva, mediante la que se
«despiertan» los recuerdos. Las críticas contra la veracidad de la información obtenida mediante
esta técnica son abundantes, no hay certeza ninguna de lo que el hipnotizado crea sentir no sea
producto de su imaginación. La abducción en sí también encuentra explicaciones lógicas o
semilógicas más allá de la debida a una interacción extraterrestre. Se deberían estos relatos a
alucinaciones por parálisis en el sueño, estados de alteración de la conciencia o por influencias
culturales debidas al efecto de la televisión, libros, cine, etc. Sigue planteándose la eterna duda
que rodea a todo lo relacionado con el fenómeno ovni... ¿realidad o fantasía?
En todo caso es muy interesante conocer las experiencias relatadas por los
testigos durante el proceso hipnótico. Muchos de ellos afirman haber sido transportados a las
naves alienígenas
por un haz de luz, haber sido introducido en una sala donde habrían sido objeto de experimentos
médicos o sexuales, a algunos incluso se les habría introducido una especie de chip o implante en
su cuerpo. Este dato es muy importante porque podría existir una prueba real y física en caso de
existir tales implantes, y sí, se han encontrado lo que podrían ser microchips en al menos dos
abducidos.
Algunos manifiestan que los seres les habrían conferido algún tipo de don en
cuanto a desarrollo de alguna capacidad sensitiva. En el plano puramente físico son frecuentes las
inflamaciones en algunas partes del cuerpo y en algunos casos aparecen heridas abiertas.
El fenómeno de la abducción alienígena es relativamente moderno, un poco
posterior al boom de los avistamientos
ovnis
que comenzó en 1947, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial. Algunos investigadores afirman que
son millones los casos existentes de posibles abducidos.
Dos de los casos más notorios en cuanto a abducciones son el caso Vilas Boas en
1957 (Brasil), y el del matrimonio Hill en 1961 (New Hampshire, Estados Unidos) . En cuanto a
referencias que se puede encontrar en la bibliografía histórica ya hay estudiosos que han querido
ver en la Biblia referencias a posibles casos de abducción en la Virgen María y en Moisés. Casos de
abducciones se pueden apreciar también en las leyendas populares.
Uno de los casos más interesantes es el que vivió Linda Napolitano en Nueva York
en 1989, y lo es, sobre todo por la existencia de testigos externos a la abducida, que confirman
como la vieron ser abducida desde la ventana de su casa (desde distintos puntos de la ciudad), la
sombra de la duda se centra en este caso en verificar las declaraciones de los testigos.
Otros casos famosos de abducciones que merece la pena mencionar son:
- Truman Bethurum, en 1954, California, Estados Unidos.
- George Van Tassel, en 1954, California, Estados Unidos.
- Betty Andreasson, en 1967 en los Estados Unidos.
- Herbert Schirmer, en el mismo año y país.
- Cuatro pescadores en 1976 en el río Allagash.
Y casos de abducciones más recientes:
- Kelly Cahill, en 1993, Australia.
- Christina C. Killeen, en 1994, Texas, Estados Unidos.
- Ann Francis, año 2004, en New Jersey, Estados Unidos.
En España es el caso de Próspera Muñoz en Jumilla, pueblo de Murcia, en 1947 es
el primero conocido. El caso es que Próspera tardó 30 años en recordar lo sucedido y afirma que le
insertaron un microchip en el cuello. Lo curioso del caso es que fue advertida mientras estaba con
su hermana, por dos seres extraños, como enanos, que más tarde volverían a por una de ellas... lo
que realmente aconteció luego.
Una proporción muy elevada de los casos de abducciones afectan a más de una
persona, podemos referirnos a ellos como
abducciones
múltiples, los casos conocidos siempre se han producido en el exterior de viviendas (no han sido
abducidos desde sus propias habitaciones). El mayor número de abducidos simultáneamente es el de
siete personas que se trasladaban en dos coches. A pesar de producirse conjuntamente cada afectado
tiene su propia experiencia y percepción de lo acontecido, la vive de forma individual.